Proyectos

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Elsa

24 de junio de 2017

Dicen por ahí que respiramos por el simple hecho de estar vivos y que en algún punto, la vida nos enseña a respirar realmente. Yoga 42 fue ese punto en mi vida donde aprendí realmente a respirar, simplemente respirar, algo tan simple pero a la vez tan profundo. ¡¡Gracias Yoga 42!! ¡¡Gracias Ariel!

Llegué a Yoga 42 en un momento de crisis emocional que ayudaba a que mis males físicos se incrementaran; cabe mencionar que tengo un padecimiento crónico diagnosticado desde hace más de quince años, el cual siempre había estado controlado y nunca había afectado mi vida profesional como en esa etapa de mi vida donde ya me era casi imposible levantarme cada día y a pesar de que mi médico me mandaba cosas más fuertes solo empeoraba mi situación.  Yo cada vez más me alejada de mi familia y amigos, inclusive mi perro, con quien comparto mi casa, digo comparto porque es mas dueño que yo de ella :), estaba mal solo dormía y se levantaba para comer y hacer travesuras que nunca había hecho no quería salir a pasear ni jugar.

Recuerdo que un día una compañera de trabajo, quien duró muy poco con el equipo pero hoy sigo en contacto con ella y considero mi amiga, me dijo “te mandé un mail hacía semanas y no he tenido respuesta, tienes todo detenido” sentí que me echaban un balde de agua fría y con lágrimas en los ojos le conté que no estaba en mi centro que la estaba pasando mal que me disculpara pero que estaba perdida física y emocionalmente, a lo que ella respondió “te recomiendo probar el coaching de Yoga 42, a mí me ha servido mucho”. A las pocas horas recibí una llamada al celular y era Ariel (mi super coach) quien después de escucharme me explicó como era el coaching y me dijo “Ten confianza yo solo te pido 15 minutos al día por 42 días”. Accedí a tomar el coaching y me recomendó un libro (entre muchos otras recomendaciones que me dio durante el coaching) que leí antes de nuestra primer sesión, que fue al día siguiente, y desde la lectura empecé a ver los beneficios del coaching.

Terminé mi coaching el 2 de Febrero, que realmente lo menciono por poner una fecha, ya que durante esos 42 días, a través de los ejercicios y el seguimiento de Ariel, se fueron dando cambios en mí y en mi alrededor; lo que me lleva a compartir uno de los aprendizajes… “No hay que buscar nada fuera, todo está dentro de mi”.  Empecé a retomar mi vida en todos los aspectos, física, emocional y sobre todo espiritualmente; se empezaron a abrir caminos y gente clave ha aparecido desde entonces.

Hoy a unos meses de haber terminado el coaching y de seguir aplicando las herramientas que me dio Yoga 42 me siento con la confianza de compartir que vibro en el amor. 1) Espiritual y emocionalmente estoy plena y feliz , aprendí a conectar conmigo con mi energía Divina, con el Ser, con Dios (llámalo como quieras) 2) Mi salud increíblemente mejorada solo tomando el mínimo de medicamento (y por no dejarlos ya que “yo soy salud”), de lo cual mi médico está  sorprendido hasta de que practico Yoga y hago  ejercicios de alto impacto. 3) Mi perra es feliz, encantadora y traviesa normal 4) Profesionalmente brillando y segura de que muy pronto brillaré más.

En fin, este es el relato corto de mi experiencia en Yoga 42 que a través de hábitos, constancia y sobre todo confianza, amor y agradecimiento se logra el resultado.

“No se trata de entender, se trata de sentir”

Elsa